jueves, 30 de julio de 2015

EEUU prohíbe a pastores que llamen a la homosexualidad “pecado”... ¡Estos son los primeros indicios de una terrible persecución ideológica!


Cuando dio comienzo el intenso debate sobre la legalización del matrimonio gay en Estados Unidos, yo anuncié, así como muchos pastores, que era sólo el primer paso de una ola de “cristianofobia” en un país  que durante siglos fue llamada una “nación cristiana”. 

Desde que la Suprema Corte diera el aval al homonomio, una serie de casos ha surgido en los medios de comunicación, que muestra el enfrentamiento entre cristianos y activistas gays. 

Recientemente, dos reportajes mostraron la fuerza del activismo gay con el gobierno.

En el estado de Kentucky, los pastores que sirven como consejeros voluntarios en el departamento de la prisión tienen prohibido llamar “pecado” al comportamiento homosexual de los transgéneros. Los que no quieran someterse a las nuevas reglas, no pueden realizar este tipo de trabajo en las agencias estatales.

Como es común en los EE.UU., el caso terminó en los tribunales después de que el pastor David Wells fue desligado del marco de administración de una institución de internos de jóvenes delincuentes.

En su defensa, la ONG jurídica cristiana Liberty Counsel alega que “quitarle la Biblia a un pastor es quitarle el bisturí de las manos a un cirujano. Sin ella, no pueden traer sanidad”.

Wells trabajó durante más de 10 años en el ministerio de la prisión que mantiene la Iglesia Bautista de Pleasant View. A él el gobierno le prohibió continuar con su trabajo el 7 de julio. La justificación del gobierno es que se negó a cumplir con una ordenanza como no criticar los “estilos de vida sexuales alternativos” porque es “despectivo”, “tendencioso” y constituye un “discurso de odio”.

En su defensa, el ministro explicó que ninguno de los jóvenes delincuentes era obligado a asistir a servicios o para hablar con él y otros voluntarios.

Casos similares se han producido en los estados de California, Oregon y Nueva Jersey. Las autoridades están prohibiendo las sesiones de asesoramiento que tratan de disuadir a los jóvenes que se sienten atraídos por personas del mismo sexo.

Persecución de capellanes.

No sólo son los pastores que hacen trabajo voluntario que están sufriendo las sanciones. El activista Mikey Weinstein, presidente de la Fundación Ejército Libre de Religión, presentó una demanda contra el comando militar de Estados Unidos.

Su deseo es que todos los capellanes que se oponen a la homosexualidad sean despedidos de sus cargos. Porque al no hacerlo, serían contrarios a una orden del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Barack Obama, es un activo defensor de la causa LGBT.

En una carta publicada por el sitio WND, Weinstein argumenta que “la única cosa honorable que estos perdedores pueden hacer es doblar sus uniformes, entregar sus papeles y dejar la capellanía militar estadounidense. Si no están dispuestos o son demasiado cobardes para hacerlo, el Departamento de Defensa debe limpiar rápidamente esta inmundicia intolerante que insiste en pertenecer a las filas de nuestras fuerzas armadas”.

Aunque el Departamento de Justicia no se ha pronunciado oficialmente sobre el asunto, la tendencia es poner fin eventualmente a las acciones de los cristianos. Después de todo, Weinstein, quien es un coronel retirado del Ejército, es parte de un consejo dentro del Pentágono que analiza los casos de libertad religiosa.

En una entrevista con The Washington Post dijo que los cristianos dentro del ejército son una amenaza para la seguridad nacional.

Texas = Sodoma.

Las autoridades en Houston han emitido una ordenanza que ha causado repercusión entre los cristianos estadounidenses. Es que ahora los pastores deben presentar sus sermones para determinar si es un “discurso homofóbico”.

La batalla legal entre la libertad de expresión y los derechos humanos ha alcanzado un nuevo nivel. El gobierno de la ciudad está investigando a cinco líderes cristianos, por lo que les han solicitado copias de sermones predicados en sus iglesias, después de recibir quejas por criticar el “estilo de vida gay”. El mensaje es claro: los pastores que manifiestan desde el púlpito contra los gays tendrán que responder legalmente por la “discriminación”, según The Blaze.

En mayo, la ciudad emitió un decreto ley que permite a los homosexuales puedan hacer denuncias penales si se sienten discriminados de alguna manera. La justificación oficial es que la ciudad necesita proporcionar una mayor protección a los ciudadanos que se sienten perjudicados debido a su “orientación sexual” e “identidad de género”.

Las citaciones judiciales, emitidos el mes pasado, fueron presentados por Annise Parker, quien es la primera alcaldesa abiertamente gay de una ciudad importante de Estados Unidos. Mientras tanto, alrededor de 400 pastores en Houston buscan la suspensión de la ordenanza que limitaría su libertad religiosa. Recogieron más de 20 mil firmas en una petición que reclama la revisión de la ordenanza.

Los pastores Hernan Castano, Dave Welch, Magda Hermide, Khanh Huynh y Steve Riggle, que fueron los primeros en recibir la citación, se han unido en una demanda contra la ciudad.


Erik Stanley, un abogado ligado con la Alianza en Defensa de la Libertad (ADL), una organización conservadora que representa a los pastores, dijo en un comunicado que la ciudad de Houston “inició una cacería de Brujas, y estamos pidiendo al tribunal que ponga fin a esto”.

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